CRÓNICA LUNÁTICA DEL CROSS MINERO



Una vez me dijeron que cada vez que Luna sube o baja un escalón es 
como si subiera o bajara una montaña.
La valentía de Luna es la valentía de todos las personas con otras capacidades que rompen límites y nos enseñan dónde está la recompensa de la superación diaria y qué significa vivir y amar la vida.

Los niños con Síndrome de Angelman tienen espíritu runner. Viven intensamente el presente y son capaces de treparte hasta lo más alto y excavar hasta lo más profundo del corazón. Auténtico espíritu minero. Encajan como una pieza de puzzle en la orografía de una joya minera como el Llano del Beal.
Desde que Juan Ernesto me propuso tener presente en la "XII edición del Cross Minero del Llano del Beal" al Síndrome de Angelman para ayudar en su difusión, me pareció una idea maravillosa. Ni Jesús ni yo lo dudamos un momento y nuestros entrenos se llenaron de un brillo especial, mágico.
Luego llegó el diseño del cartel, la camiseta y el dorsal (agradecimiento eterno a nuestro compañero discoveriano Berni).
El compartirlo con las familias afectadas, sentir su apoyo y el de la Asociación de Síndrome de Angelman, que no dudó ni un momento en hacernos llegar el material necesario para el evento.
El viaje desde Málaga con la ilusión del reencuentro con Toñi y Juan Ernesto. Eternos compañeros discoverianos, expertos en nutrir el cuerpo y el corazón.
El recibimiento en su casa que hemos sentido como la nuestra.
La generosidad de María Guerrero (Teléfono de la Esperanza), que gustosamente nos hizo de anfitriona del  Síndrome y se quedó a cargo del stand que nos ofrecieron para difundir la enfermedad y las actividades de la Asociación de Síndrome de Angelman.
El amor de Rosalía, encargada de endulzarnos el paladar y añadir luz en nuestra estancia murciana.
El cariño de Antonio y Ana, que nos ayudaron con el material y la distribución en el stand.
FUTURA TELECOM que sortea 6 meses de conexión gratis y cuyos beneficios van destinados a la investigación del Síndrome de Angelman.
Y, sobretodo, los corredores, las autoridades y los familiares, que se acercaron a conocer la enfermedad y colaboraron con sus aportaciones, su apoyo y su cariño.
Ese calorcito universal que nos hace sentir que nunca estaremos solos y que convierte cada pistoletazo de salida de todas las carreras "Running for Luna", nuestra campeona Olímpica, en una fiesta solidaria.


Hacer caso absoluto de las recomendaciones de Juan Ernesto y disfrutar del paisaje ha sido el mejor acierto, la mejor opción.
A un ritmo medio de 7,30 (el famoso trote cochinero) el paisaje (a veces complicado, con subidas que nos obligaron a caminar y reducir la intensidad) no sólo se disfruta, se inyecta.
Mágico y "lunático" como nuestras camisetas, que se convirtieron en reclamo caluroso de los fotógrafos, los animadores y el espeaker, quien hizo mención en todo momento a la Asociación de Síndrome de Angelman y animó la fiesta minera con un entusiasmo contagioso y chispeante.
Y el abrazo de Juan Ernesto al llegar juntos a la meta, de la mano, radiantes y felices por correr con Luna y con todos los niños con Síndrome de Angelman.
La posterior entrega de premios en la que tuve el privilegio de participar haciendo los honores oportunos a los participantes ganadores con otras capacidades. Todavía se me acelera el corazón al recordar el brillo de su mirada. Su fortaleza, su arrebato.
La satisfacción plena de haber dado un pasito más, de que avanzamos y seguimos sumando en investigación para encontrar la cura de una enfermedad rara que, gracias a todo, hoy es menos rara, y que ha conseguido que Llanos del Beal y su auténtico Cross minero, se conviertan en nuestro resort veraniego por siempre jamás.
Gracias amigos.


Los papis Lunáticos os lo agradecen con el corazón bombeando de alegría.
Muchas gracias.
Ana y Jesús.

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